¡Que suene la cesta!

Quedan 2´10´´ para el final. Dos abajo. Hay que jugársela desde la línea de 6.25. Una de "tres" nos llevaría a la gloria... Flexiono, armo el brazo, me levanto y a dejar que suene la cesta. Tengo la muñeca tonta. Reflexiones acerca del deporte rey. Por mí.

1/20/2007

Los Reyes Magos llegaron el día 15

El balón es el oficial. Se lo trajo el recuperador físico Juanjo Brau desde Barcelona, bueno se llevó dos metidos en un baúl junto a “otros trastos”, como dice Leo: conos, aceites para los masajes, relojes, mini-ordenadores, etc.El pasado día 15 a las diez y diez de la mañana Leo recibió un regalo de Reyes atrasado: un balón.
Ese día, Juanjo Brau decidió que el joven crack azulgrana estaba preparado para entrenarse con el balón como elemento. Leo casi llora. Se abalanzó sobre el esférico y no lo soltó más. Lo lleva siempre en el coche y es lo primero que saca cuando empieza el entrenamiento. Se le puede olvidar el repelente contra los mosquitos, pero nunca el balón.“Estuve un mes que sólo corría, estaba aburrido, me moría”, recuerda aguantando la mirada Leo. En realidad sólo fueron diez días, pero a él se le hicieron eternos, hasta multiplicar su angustia por tres.Lo que peor llevaba Messi era la carrera en la cinta. Necesita correr para reencontrar el ritmo y la masa muscular. Explica medio avergonzado una anécdota de cómo se encontraba en esos momentos. “Un día no aguantaba más. Llevaba en la cinta una eternidad, estaba cansado, estaba muy cansado. Bueno, se lo dije a Juanjo, dije que me bajaba de la cinta, que estaba harto. Sé que no era justo. Me dijo que los partidos no duraban 80 minutos y que quizás en esos 10 minutos que faltaban se podía resolver el encuentro. Tenía razón pero estaba cansado. Con el balón es diferente. Está ahí y aunque no me dejen chutar aún o jugar demasiado sé que lo tengo al lado. Es lo que más me gusta del mundo, me encanta jugar a fútbol y es terrible cuando no puedes hacer lo que te gusta”.El balón le ayuda a sentirse mejor y también el hecho de estar en su ciudad. “Leo, hermano, ¿me firmas un autógrafo?”. Se lo pide un tipo enorme subido en una moto que al intentar adelantar el Mini de Leo se ha dado cuenta de que el del coche era una de las grandes esperanzas de la 'albiceleste'.
Messi para el coche, se baja y se hace la foto con el aficionado. Así de increíble. Para el coche, prácticamente enfrente de las taquillas del campo de Newell's, se baja a la calzada y espera a que el hincha saque su teléfono móvil e inmortalice el momento. Inaudito.
En Rosario adoran a Messi. Se acerca una madre con su hija (las dos de edad avanzada) y se lo comen a besos y en 'El establo', uno de los mejores restaurantes para comer asado en esta ciudad, hacen cola en su mesa para que firme autógrafos. Nunca tiene un 'no' para nadie, es su gente.
En Barcelona su vida es más tranquila, va con el carácter de la gente y también con las circunstancias. Ahora bien, ver a Leo por las calles de Rosario es un acontecimiento, porque debido a su condición de azulgrana es más fácil encontrártelo en Barcelona donde pasa once meses del año.

(Noticia publicada en el Mundo Deportivo)

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

boto en falta alguna artigo teu sobre aragoneses, un gran porterro que estibo aqui en pontevedra, e que volve estar enfermo de cancer, aproveito para dicir que sigo o teu blog, saudos

6:37 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

boto en falta alguna artigo teu sobre aragoneses, un gran porterro que estibo aqui en pontevedra, e que volve estar enfermo de cancer, aproveito para dicir que sigo o teu blog, saudos

6:37 p. m.  

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