Pues va a ser verdad que este año si...

Colosal, mágico, sensacional, abrumador, impresionante, fantástico, increíble, alucinante... defínanlo como quieran pero cualquier calificativo se quedaría pequeño para resumir lo que se vivió a partir de las 19.00 horas de ayer en el Municipal dos Deportes.El marcapasos se volvió a poner de moda en un pabellón que registró una de las mejores entradas que se recuerdan. La hinchada local respondió a la llamada tanto del cuerpo técnico como de la plantilla y llevó en volandas a un equipo que vuela alto y que ayer volvió a dar otra auténtica exhibición de fútbol sala ante el hasta la fecha intratable líder, el Tres Cantos madrileño.El bloque que dirige David Ramos se plantó a orillas del Lérez con todo su arsenal: los Merino, Aranda, Ruli, Zamo y compañía. Un equipazo que supo sobreponerse a la ferviente afición azulona y que embotelló al Leis en su área hasta que sonó la bocina. Lo cierto es que con lo que no contaban los madrileños era con encontrarse bajo palos a un tal Canoli, un portero que llegó este año a Pontevedra procedente de Coruña y que llegó a estar casi un año parado debido a una grave lesión. Lo del ferrolano durante el partido de ayer fue de escándalo. Una, dos, tres... las sacó hasta con la cabeza. Para grabar y ver en vídeo siempre quedarán los cuatro mano a mano que desbarató el arquero departamental. Tan sólo le faltó escribir un libro para titularlo de la siguiente manera: “Los diez mandamientos de Canoli”. Lo cierto es que el protagonismo estuvo en ambas porterías. Vigara, portero del Tres Cantos procedente del Interviu Boomerang, volvió loco a Serginho y en dos ocasiones a Marcio con manos y estiradas imposibles, y no precisamente para la galería.Los últimos compases del enfrentamiento fueron un auténtico correcalles. Bruno García, desde el banquillo, alentaba a los suyos: “Hay que sufrir chavales, hay que sufrir”, al tiempo que Canoli seguía con su particular festival.Serginho y Pablo Iglesias volvieron a marcar. El brasileño abrió la lata en el minuto 2 empujando a la red en el segundo palo un centro-chut de su compañero Pablo. El propio Pablo, en el 23, obraba el 2-0 a la media vuelta tras una asistencia de Serginho, aunque 5 minutos más tarde, Aranda reducía las distancias tras un error de Wagner. Víctor devolvería la tranquilidad remachando en el segundo palo otro centro del ‘5’. Aranda hizo el 3-2 en el 36 pero la magia del Municipal acabó encumbrando al Leis.

César Méndez (Diario de Pontevedra)