¡Que suene la cesta!

Quedan 2´10´´ para el final. Dos abajo. Hay que jugársela desde la línea de 6.25. Una de "tres" nos llevaría a la gloria... Flexiono, armo el brazo, me levanto y a dejar que suene la cesta. Tengo la muñeca tonta. Reflexiones acerca del deporte rey. Por mí.

10/10/2006

Villar a Aragonés: "Si quieres te vas tú, yo no te voy a echar" (Por Javi Matallanas)

Luis Aragonés sigue aguantando el chaparrón. En su habitación del hotel Intercontinental del complejo Mar Menor Golf Resort, el seleccionador ha analizado las críticas de los medios y la coincidencia generalizada de que debe abandonar el cargo de seleccionador. El seleccionador no se ha encerrado en sí mismo y sigue atendiendo a los medios con la misma naturalidad que en toda su etapa al frente del combinado nacional. Y reitera que si hace tres semanas se le criticó por dimitir y finalmente quedarse, ahora se le critica por no dimitir, cuando había anunciado que pasase lo que pasase contra Suecia iba a continuar en el banquillo. Luis se siente con fuerzas para seguir y para redireccionar un proyecto que ha estado a punto de saltar por los aires con las derrotas ante Irlanda del Norte y Suecia. Pero el técnico madrileño sabe perfectamente que su estancia en el cargo pende de un hilo y que la Federación está estudiando la fórmula para despedirle sin que afecte a su delicada contabilidad. Luis es consciente de que en estos últimos meses está perdiendo el prestigio que se había forjado en su dilatada y exitosa carrera por permanecer en el banquillo de la selección. Pero él se considera capacitado para que la selección española vuelva a enamorar. Porque cree que trae a los mejores futbolistas posibles y pone todo el talento que hay sobre el césped.Pero el gran error de Luis Aragonés fue no acometer las reformas que tenía programadas justo para la primera convocatoria tras el Mundial. No hizo la limpieza que creía que debía hacer. No dejó fuera a Raúl en aquella lista del pasado mes de agosto porque dudaba si los motivos por los que debía prescindir de él eran deportivos o personales. Esos motivos los consideró finalmente personales y le volvió a llamar. Pero en la concentración para jugar ante Irlanda del Norte Luis tuvo muy claro que los motivos eran deportivos, porque afectaban a su relación con el grupo. Otro de los fallos de Luis ha sido conceder a los jugadores la gran mayoría de sus peticiones. Ha intentando que el futbolista sólo tenga que preocuparse de jugar cuando acude a la llamada de la selección. Por eso se siente traicionado por algunos de estos jugadores, a los que ahora les es indiferente que echen o no a Luis. No son muchos los jugadores que están en contra de Luis y los que no le tragan y le querían fuera nada más concluir el Mundial no han sido convocados en la última lista. Y entre los que apoyan al seleccionador se encuentra Carles Puyol. El central del Barcelona se ha dejado la piel en el césped por este seleccionador y las palabras que cruzaron tras el partido de Suecia se han querido vender como que Puyol es uno de los que están en contra de Luis. La conversación entre Luis y Puyol fue meramente futbolística. Puyol subió a una falta sin autorización, casi marca gol y luego volvió a toda velocidad, pero no pudo evitar el gol en el contragolpe de los suecos. Eso le explicó a Luis en el aeropuerto, que él había bajado, pero que sus compañeros se quedaron porque estaban reclamando que el gol había entrado. Pero se trató de una conversación sin mal rollo, un diálogo meridianamente futbolístico.Y un diálogo futbolístico es que el mantienen Villar y Luis Aragonés, mejor dicho, entre Villar y Luis hablan como si fueran aún futbolistas, en esos códigos de vestuario. "Que me voy, Angel", le dijo Luis . "Que tú no te vas, que tú te quedas", le contestó Villar muy enfadado después del partido de Belfast. Y tras la derrota ante Suecia le dijo Villar: "Si quieres te vas tú, yo no te voy a echar". Y Luis le contestó: "Yo no me voy a ir, échame tú". Y en ese diálogo futbolero se encuentra enquistada la situación. Y la llave de todo la tiene Juan Padrón, vicepresidente de la Federación Española de Fútbol, que es quien sabe cómo está el contrato de Luis y el que tomará la decisión de prescindir del seleccionador, si es que finalmente la Federación decide prescindir de Aragonés. Villar no da un paso sin la autorización de Padrón.La pelota está, por tanto, en el tejado de la Federación. La Junta Directiva del próximo 20 de octubre puede ser decisiva, si es que no se han precipitado antes los acontecimientos por una derrota ante Argentina en el amistoso de mañana. Entre los directivos federativos hay ya varios convencidos de que la mejor salida es el cese de Luis Aragonés. Se trata del mismo sector de directivos que están muy desencantados con Angel María Villar porque le apoyaron a tope para que ganase las últimas elecciones a Gerardo González Otero y consideran que no ha cumplido prácticamente ninguna de las promesas que hizo para este mandato. "Prometer, ennoblece y cumplir, aniquila", comentaba ayer uno de los más directos colaboradores en las últimas elecciones federativas. Villar está en el disparadero y la opinión pública ya le señala como el gran culpable de lo que está sucediendo en la Selección.Mientras Luis aguanta el chaparrón, que le afecta por lo que les afecta a sus familiares, principalmente a su mujer, Pepa, que por primera vez en la dilatada carrera de su marido está pendiente de los medios de comunicación. "Le he dicho que no lea periódicos, que va a sufrir mucho", comentaba hace unas semanas Luis. Pepa no le ha hecho caso a su marido y está sufriendo mucho viendo cómo a su marido se le machaca en el final de su dilatada y exitosa carrera. Luis no se merece este final.