¡Que suene la cesta!

Quedan 2´10´´ para el final. Dos abajo. Hay que jugársela desde la línea de 6.25. Una de "tres" nos llevaría a la gloria... Flexiono, armo el brazo, me levanto y a dejar que suene la cesta. Tengo la muñeca tonta. Reflexiones acerca del deporte rey. Por mí.

5/03/2007

Reina marcó la diferencia

Es evidente. Pepe Reina le ha dado al Liverpool el billete para la final de Atenas. Evitó una derrota más abultada en Stamford Bridge y paró dos lanzamientos de penalti sobre tres en la tanda decisiva en Anfield. Benítez la contemplaba desde el banquillo con aparente tranquilidad, con la confianza de saber que tenía bajo los palos quizá a uno de los mayores especialistas del mundo en este tipo de situaciones. Y Reina, el portero que sentó al héroe de Estambul, puede ser el siguiente nombre en ingresar en la lista de guardametas memorables que ganan torneos para el club del Mersey por su habilidad deteniendo lanzamientos desde los once metros. Porque no es azar ni lotería: es acierto y dominio de un arte que se entrena, pero con el que también se nace.¿Entiende el fútbol de justicia? Probablemente no. El resultado es indiscutible, y puede tener relación con el juego o no tenerla. En el cómputo general de la eliminatoria, creo que el Chelsea fue mejor. Fue más superior en la ida de lo que pudo serlo el Liverpool en la vuelta. Pero eso ya sucedió hace dos años y los partidos hay que ganarlos. Mourinho, al que pocas cuestiones se le podrán discutir en el planteamiento del partido -quizá no situar a Essien en el centro del campo, pero ésta parte de su confianza en que Mikel es un jugador más solvente que Boulahrouz, algo con lo que probablemente yo esté de acuerdo-, queda ahora amenazado por la perspectiva de no ganar en una temporada ninguno de los dos títulos grandes. Ya adelanto que si es cesado me parecerá una de las mayores injusticias cometidas recientemente en el mundo del fútbol, pero de todo ello hablaremos con mayor profundidad a final de temporada, que es cuando hay que hacer los balances. Y además, ya lo hemos dicho, el fútbol no entiende de justicia.Pero hablemos de Benítez. No me gusta su tendencia irresistible a la rotación. No entiendo algunas de sus decisiones en partidos importantes -hoy, por ejemplo, su apuesta por Zenden-. Pero ha metido en dos de las últimas tres temporadas al Liverpool en la final de la Champions. Y no a un Liverpool poderoso con grandes estrellas mundiales. Siendo claros, sólo Steven Gerrard pertenece a esa categoría. Tiene algún que otro jugador de mucho nivel -Carragher, Alonso, Kuyt-, pero su plantilla no es la de un supergigante. La clasificación de la Premier League no miente. Quedó en 2005 a 37 puntos del campeón. El año pasado se acercó mucho más, pero le separaron nueve de un Chelsea que se relajó cuando ya tenía el título asegurado. Y esta temporada está a 18 del Manchester United. Tiene un buen equipo, pero nada más. Y Benítez ha logrado llevarlo de nuevo al partido que decide quién es el mejor de Europa. Parece inexplicable, pero es milagroso. Es meritorio. Tremendamente. Reconozcámoselo, pues.
Por Axel Torres