¡Que suene la cesta!

Quedan 2´10´´ para el final. Dos abajo. Hay que jugársela desde la línea de 6.25. Una de "tres" nos llevaría a la gloria... Flexiono, armo el brazo, me levanto y a dejar que suene la cesta. Tengo la muñeca tonta. Reflexiones acerca del deporte rey. Por mí.

9/18/2006


¿Por qué? Me pregunto ¿por qué? Mi cabeza me estalla pregunto ¿por qué?
O es que realmente me implico mucho en mi trabajo o es que resulta que yo también me creo uno más en el vestuario del Pontevedra Club de Fútbol, por poner un ejemplo cercano. Sí, para los que no lo sepan o no se den cuenta, ese equipo que el año pasado perdió en los penaltis contra el Sevilla B y que ahora sigue andando sin pena ni gloria por la Segunda División B. Decía lo del vestuario porque yo cuando llego a casa a eso de las 12 de la noche también tengo molestias. Me recorre un ligero hormigueo por las sienes. Quizá tenga que estirar al salir de trabajar. Prometo que voy a estirar. El fisioterapeuta me dijo que tenía una rotura de fibras, esa lesión que sufre todo profesional. No se sabe por qué pero todo el mundo que se diverte pegándole patadas a un balón padece molestias. Lo cojonudo es que casi siempre es en el abductor.
Desde que soy redactor de deportes me he dado cuenta de una cosa. Sí, en serio en serio. Soy un auténtico profesional de la medicina. Ya sé lo que es una rotura de fibras, lo que es una fractura del quinto metatarsiano del pie derecho, un esguince del ligamento lateral interno (ésta también está de moda últimamente). La verdad es que yo antes era un completo ignorante que iba diciendo por ahí que me había torcido un tobillo o que me dolía ahí (señalando con el dedo índice). Ahora resulta que cada vez que tengo molestias puedo dar rienda suelta a la extensa retahíla de términos médicos con los que me he hecho. Me llaman "Vademecum man", y eso que no soy holandés.
Todavía hoy recuerdo aquel nombre que me habían enseñado en el colegio. El esternocleotomasteideo. Llegaba a casa y mi madre me preguntaba: ¿Qué tal en el cole? Aparte de llegar con las uñas llenas de plastilina yo respondía a mi madre: "Mami, hoy (por ayer)- joder, tenéis que perdonar pero es que acabo de salir del periódico y estoy obligado a actualizar las noticias- aprendí una palabra nueva: esternocleomastideo". Y mi madre me corregía: "no es así hijo", mientras que metía las galletas María en papel de aluminio para comer en el recreo.
Me estoy dando cuenta de todo lo que sé. Incluso me estoy pensando seriamente la propuesta que me hizo un amigo el antes de ayer (por el domingo). Me dijo: "Oye tio, hoy no salgo que el lunes tengo examen de anatomía" (estudia Inef). Me ofreció 50 euros si le hago el examen yo. Me juego los huevos a que lo apruebo fijo. Seguro. Fijo. Mañana más. Me voy a dormir que tengo molestias. No sé si tendré que pasar por el quirófano. Fijo.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

que asco das

3:09 p. m.  

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